La tija de sillín de la bicicleta es un tubo cilíndrico que tiene como función principal la de unir el sillín al cuadro de la bicicleta y poder ajustarlo a la altura perfecta para cada ciclista. Los materiales con los que están realizadas las tijas mayoritariamente son el Acero, el Aluminio y en bicicletas de carretera que no deben soportar muchos golpes, las Fibras de Carbono.
El diámetro de las tijas es muy variable. Generalmente van desde los 21.15 mm hasta los 31.8 mm. La unión de la tija con el sillín se ha estandarizado en los últimos años siendo lo más habitual la utilización de los raíles.
La tija del sillín era uno de los componentes de la bicicleta que menos mejoras había sufrido, quedando relegada siempre a un papel secundario dentro de la bici pero con el fuerte auge de las bicicletas de montaña y la constante evolución de estas bicicletas para cada una de sus modalidades la tija durante estos últimos años ha vivido una auténtica revolución.
Los primeros cambios se produjeron cuando se crearon las tijas con suspensión. Estas tijas incorporaban una pequeña suspensión que permitia a los bikers rodar de forma más cómoda. Este fue el paso previo a la llegada de las bicicletas con doble suspensión. Una vez estas bicicletas conquistaron el mercado las tijas con suspensión fueron quedando en segundo plano y en la actualidad prácticamente están en desuso.